Los estudiantes que les ganaron a los casinos de Las Vegas
Janet Ball
BBC
Martes, 27 de mayo de 2014
Cuando se trata de juegos de azar, todo el mundo sabe que la banca siempre gana ¿no? Pero en la década de 1990 un grupo de estudiantes demostró que el que apuesta no siempre pierde. Esta es la historia del equipo de Blackjack del MIT.
Bill Kaplan se ríe al recordar la reacción de su madre cuando le dijo que aplazaría su entrada a la Universidad de Harvard para juntar una fortuna apostando. "¡Ay Dios mío, esto es ridículo! ¿Qué le voy a decir a mis amigos?", le dijo ella.
Kaplan había leído un libro sobre el conteo de cartas y creía que podía utilizar un modelo matemático para hacer dinero del Blackjack. Obviamente, ese no era el sueño de su madre para un hijo que siempre obtuvo las mejores calificaciones.
Pero el padrastro de Kaplan era más abierto a la idea y lo desafió. "Vamos a jugar cada noche y tendrás que demostrarme que puedes ganar", le dijo.
"Lo aplasté durante dos semanas seguidas ", recuerda Kaplan. "Le dijo a mi madre que no lo podía creer, pero que realmente sabía cómo ganar este juego. 'Déjalo ir', le dijo. Mi madre no estaba de lo más feliz, pero partí a Las Vegas y pasé un año allí".
Eso fue en 1977. Kaplan llevó US$1.000 y en nueve meses los había convertido en unos US$35.000. Se graduó en Harvard y con los años siguió jugando Blackjack en todo el mundo.
De Harvard al MIT contando cartas
Su vida dio un giro dramático cuando el líder de un pequeño grupo de estudiantes del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que había incursionado con el conteo de cartas le oyó hablar de sus hazañas en Las Vegas.
Le pidieron que entrenara y gestionara lo que luego sería conocido como el tristemente célebre equipo de Blackjack del MIT.
En 1992, con la industria del juego en auge y los nuevos megacasinos en ebullición, Kaplan y sus compañeros vieron una megaoportunidad para ellos también.
Amigos y socios que habían visto previamente retornar el 100% de inversiones más pequeñas, desembolsaron la sorprendente cantidad de US$1.000.000 para financiar una nueva empresa, Inversiones Estratégicas, para capacitar a estudiantes destacados en el conteo de cartas y luego soltarlos en los desprevenidos casinos.
Uno de estos estudiantes era Mike Aponte, entonces de 22 años, que no estaba seguro de lo que quería hacer con su vida. Después de perfeccionar la técnica en las aulas vacías, se sorprendió al recibir US$40.000 en efectivo para jugar a nombre del equipo.
Más sorprendido quedó al perder US$10.000 durante sus primeros 10 minutos de juego en una mesa de Blackjack en Atlantic City.
"Un anfitrión del casino se acercó enseguida, me saludó y me llevó a una suite penthouse. Tenía un jacuzzi, mesa de billar. Fue increíble. Yo estaba asombrado de la habitación, pero no la disfruté tanto como normalmente lo haría, porque todavía estaba molesto por haber perdido todo ese dinero".
Fue una lección de cuan volátil puede ser el Blackjack, incluso ante un sistema científicamente probado. Pero siguió intentándolo ese fin de semana, basado en el método del equipo. Finalmente regresó a la universidad con un beneficio neto de aproximadamente US$25.000.
¿Como funciona el conteo de cartas?
Un contador de cartas lleva un recuento actualizado en su cabeza, añadiendo 1 para bajas y restando 1 para las altas. Cuando el cómputo aumenta (es decir, quedan más cartas altas que bajas en la baraja) saben que es hora de empezar aumentar sus apuestas.
Los contadores de cartas no ganan siempre y a menudo pierden mucho dinero, pero estadísticamente las probabilidades en el tiempo están a su favor.
El conteo debe ser secreto porque, si bien no es ilegal, a los casinos no les gusta y se reservan el derecho de admisión.
El conteo fue investigado en 1950 por un profesor de matemáticas del MIT, Edward Thorp, con algunos computadores pioneros.
En 1962 se publicó un libro sobre el tema llamadoBeat the Dealer que cambió para siempre la forma en que la opinión pública vio el Blackjack.
Si eres bueno en algo debes explotarlo a lo maximo y asi lo hizo Bill Kaplan, comenzando todo como un juego el logro convertirlo en realidad explotando sus mejores habilidades y esto nos da un gran ejemplo que todo lo que aprendemos en el colegio o cualquier tipo de conocimiento en verdad si nos puede servir en cualquier situación de nuestra vida cotidiana por lo tanto debemos estar abiertos siempre al conocimiento.
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